Aunque como criterio general se puede señalar que nunca se deben dejar más de tres varas por metro de alambre (varas separadas entre si unos 35 centímetros), se recomienda consultar con el departamento técnico cuál es la densidad óptima de yemas para cada plantación. Por supuesto, estas varas serán las que soporten el grueso de la producción pero, además, es interesante mantener las brindillas o spurs que crecen en la zona más próxima a los brazos principales, pues permiten obtener fruta en donde las ramas vigorosas no suelen ser fértiles. Es importante no dejar grandes trozos de madera vieja para no alejar la zona de producción del brazo principal, así que se intentará que las varas salgan lo más próximas posible a la guía. Las varas se atarán respetando unas distancias adecuadas para garantizar en los meses siguientes un reparto homogéneo de la fruta.
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